Prueba de Evaluación Fonética-Fonológica (PEFF)

El Trastorno de los Sonidos del Habla (TSH), cuya denominación anterior era “dislalia” o “trastorno fonológico”, es una alteración que afecta la producción articulatoria (fonética) así como el uso funcional y/o las reglas de combinación (fonología) de los elementos segmentales (consonantes y vocales); y que, en algunos casos, además, está pueden evidenciar errores suprasegmentales como el uso inapropiado del acento léxico y/o de frase, segmentación silábica, tasa de articulación más lenta y alteraciones en la resonancia (Susanibar & Dioses, 2022).  

Los niños con TSH representan aproximadamente el 70% de los casos que se atienden en los servicios de terapia de lenguaje. De allí que, es de esperar que en una muestra aleatoria exista por lo menos entre 10% y 15% de niños que podrían evidenciar algún grado de retraso en el aprendizaje de los sonidos del habla, pudiendo ser diagnosticados como TSH. Además, los TSH son un grupo extremadamente heterogéneo y que evidencian diferencias en cuando a la gravedad de su afección, nivel de inteligibilidad, causa subyacente (etiología), tipos de errores y respuesta al tratamiento (Susanibar, Dioses & Chicaiza, 2022; Susanibar & Dioses, 2022).  

 

Por ello, es necesario contar con un instrumento de evaluación que además de contar con el mayor número de tareas y estrategias ventajosas para la evaluación clínica, debe también ser una prueba: a) que le permita al especialista con poca experiencia en el área realizar un análisis e interpretación adecuada; b) rápida de ser aplicada; c) con una estructura que facilite el análisis e interpretación; d) que identifique los síntomas y posibles etiologías; y e) que ayude a gestionar y planificar el proceso terapéutico. Todo ello bajo un mismo criterio teórico conceptual y basado en la mejor evidencia científica disponible.   

En ese sentido, nuestro equipo publicó en 2014 el Protocolo de Evaluación Fonética-Fonológica – PEFF, en 2016 la versión revisada (PEFF-R) y este año la versión actualizada, denominada Prueba de evaluación fonética-fonológica (PEFF). La PEFF ha sido reestructurada y mejorada siguiendo los planteamiento actuales y basados en evidencia, sobre el procesamiento del habla y los TSH, de tal manera que permita la recolección de información de los elementos segmentales y suprasegmentales necesarios para efectuar una caracterización integral de los síntomas del evaluado y que además facilite la formulación de las posibles hipótesis en cuanto al origen de las dificultades encontradas dentro del procesamiento del habla.

 

 

Es fundamental un diagnóstico temprano de los síntomas 

La aplicación de todo el PEFF permite:   

  • Obtener un perfil de adquisición fonético-fonológico  
  • Identificar, diferenciar y describir errores fonéticos y fonológicos.  
  • Determinar si el desarrollo fonético-fonológico es típico o atípico para la edad cronológica.  
  • Efectuar un diagnóstico nosológico (trastorno de los sonidos del habla – TSH).  
  • Realizar un diagnóstico sintomatológico.  
  • Perfilar el nivel de inteligibilidad del habla.  
  • Obtener porcentajes de sonidos producidos correctamente y el porcentaje de los tipos de errores evidenciados.  
  • Identificar anomalías morfológicas orofaciales que puedan dificultar la emisión de los sonidos del habla.  
  • Detectar dificultades en la percepción fonológica (discriminación y/o reconocimiento).  
  • Identificar alteraciones en los elementos suprasegmentales del habla: prosodia (acento léxico, entonación y velocidad articulatoria) y resonancia.  
  • Todo ello favorecerá la planificación de estrategias de intervención individualizadas, permitiendo que el proceso de intervención sea eficaz, eficiente y efectivo. 

¿Cuál es la ventaja de la PEFF frente a sus otras versiones?  

  • Es una prueba que cuenta con valores psicométricos robustos (validez y confiabilidad).  
  • Cuenta con varemos para ser aplicada a partir de los 2 años y medio.  
  • La corrección es digital. El sistema procesa los datos y arroja los resultados.    
  • Informe digital. Los resultados son entregados a través de un informe digital que puede ser imprimido.  
  • Permite identificar síntomas que contribuyen en la identificación de niños con TSH de etiología neurogénica como la apraxia del habla infantil, retraso motor del habla y disartria.